Cuando voy entrando al local evadiendo las mesas apostadas afuera, veo a un tipo parado en la puerta que es atendido por una señorita que por su vestimenta parece una mesera. Sus gestos denotan estar preguntando por algo y sigo mis instintos. Un nombre conocido (lo he visto en el blog de Carola y creo haber visto un comentario suyo en mi blog), baja la ansiedad instalada hace un rato y al igual que en una función despliego mis defensas histriónicas para evitar todo bochorno.
Saludo a quienes conozco en primer lugar y luego rodeo la mesa para saludar a quienes se encuentran sentados con la misma cara de no te conozco que yo. Una vez instalado y a poco de que se incluyan otras personas comienza un ritual obvio y necesario para abrir los fuegos. Una chica de boina (Ivonne) da la pauta para las presentaciones. Despues de dilucidar por donde comenzamos y rayar la cancha de la estructura el show comienza. Las presentaciones son de lo más vario pintas sin embargo todas parecen estudiadas para parecer descuidadas. No hay algo muy definitivo, como pidiendo disculpas de antemano por no tener un blog con una direccion clara. Este punto me parece interesante al igual que la necesidad de exposición de un personaje que mereció mi atención durante todo el transcurso de mi estadía.
Después de las presentaciones (donde escribí el nombre del blog y la tendencia) me dedique a traspasar imágenes al papel. Por ahí me pidieron que escribiera bien el nombre de un blog, que siempre lo escribían mal, que no me equivocara por favor. Que lata.
Al igual que el relato todo pierde conección y se desdibuja el cuerpo que al parecer tratabamos de formar. La disposicion de las menas confabula para que no se de el espacio de encuentro, se determinan sectores. Cabe señalar la mesa de los gay asumidos, la única circular y separada del resto. Las conversaciones se cruzan y todo es un caos. El asunto y el por qué de juntarse es Juntarse. Nada más. Ya se conocen y yo como pez fuera del agua invento juegos con mis compañeros que tan peces son como un bacalao.
La Faunas tienen equilibrios y sietemas y yo todavía no hallo cual es que pertenece a esta.
Me sigo refugiando en el papel como si fuese mi guitarra, solo por no sentirme desnudo.
La chica de la boina espía el manuscrito y se lo arrebato suavemente. No quiero sentirme observado.
Esgrimen todos humeantes cigarrillos y yo esgrimo la cerveza con miel. Miro alrededor. Mucho disfraz.
Carlos bosteza, yo quiero también.
Rostros afectados, poses varias (¿seré muy prejuicioso?). No me conecto. Un salud pasa sin pena ni gloria y sigo escuchando conversaciones triviales. No hay sensación de tribu.
Si alguien pensaba que el ñoño arquetípico no existia, se desmiente rotundamente, Camina, habla, sueña y come ñoño. Va hasta un lado de la sala habalndo en voz alta sobre el mismo, regresa más tarde y declama "que regresado!" (no se preocupen he vuelto pueden dejar de preguntar por mi) el mismo que no dejaba terminar su presentación a uno de los bloggeros de al principio.
Me quedo sin letras.
De a poco se incorporan otros y otras bloggers y refugiado en la embriaguez suave de esta exquisita cerveza me vuelvo hacia mis compañeros para picar conversaciones teñidas de tolerancia, jugamos a no lanzarnos la política ni los ideales por la cabeza por el cariño que nos tenemos.
Nos dan la espalda definitivamente y nada parece abrirnos las puertas como Bob Dylan.
El blog es una excusa para la reunión por la reunión. Surjen presidente, secretario, tesorero.
Hay poco espacio para, pocos gigas en los discos duros de esta fauna y en definitiva, nos vamos.
Quedan los estertores de una crónica que fué debut y despedida, el lápiz da los respiros finales camino a cualquier lado donde podamos conversar y vernos los rostros, mirar dentro y respirar tranquilos de saber que estamos de cuerpo y alma presentes.