Desafìos pendientes

Boric a mi parecer no ha sabido capitalizar lo que anteriores liderazgos pusieron en movimiento. Era de esperarse una radicalización ante los logros del año anterior por cuanto las expectativas de la base del estudiantado aumentaron y fueron, según creo yo, esas expectativas las que generan que Boric emerja como  líder, entendiéndose como parte de una linea más dura dentro del movimiento. No obstante no tiene el mismo nivel de discurso que Jackson ni la convocatoria de Vallejos, eso ha quedado demostrado en las intervenciones que ha tenido en medios de comunicación oficiales, dejándonos con gusto a poco a quienes estábamos acostumbrados a ver a dos timoneles capaces de sortear hábilmente las turbulentas aguas del venenoso lenguaje polítiquero que acostumbran nuestros representantes, dejando en claro las verdades y no cayendo en el juego. Boric es más impulsivo y su falta de manejo ha tenido consecuencias. Ha caído en la trampa de la autoridad, que hoy no mueve un dedo por aplacar a quienes cometen actos vandálicos, a sabiendas del impacto que tienen dichos actos en la masa de votantes y ha salido a defender una tesis sin tener todos los elementos de juicio en la mesa. Craso error. Este pié atrás debilita al movimiento y sus objetivos. La toma de la Casa Central de la Universidad de Chile por parte de un grupo descolgado de la FECH es otro indicador de sus actuales falencias. En apariencia su posterior llamado a radicalizar la movilización en todas las universidades del país responde más a una improvisación dada la contingencia que a una estrategia, a un modo de hacer. Es de esperar que Boric tenga un poco más de sabiduría  para no perder terreno en este escenario donde el Gobierno comienza a recoger los frutos de sus campañas del terror.  Por eso Boric, ten cuidado, hay mucho más en juego que haber llegado a la cima de la federación. Es una lucha tremenda la que nuestros jóvenes están librando. Están haciendo lo que nosotros no hicimos en 20 años. Fundar las bases de una ciudadanía responsable de su propio futuro, digan lo que digan.