Saturday, April 14, 2012

Carta abierta a un estudiante expulsado.

Christofer:

Te conozco hace algunos años y si bien no puedo decir que somos amigos mi afecto hacia ti no es poco. Creo que si bien no tengo el derecho de meterme en tu vida si tengo el derecho de decirte unos pocos consejos, mejor dicho avisos que son tan desechables como lo estime conveniente tu conciencia.
He visto como has pasado de ser una persona con las herramientas necesarias para liderar a otros a un ser humano que solo se refugia en dos o tres supuestos  que "determinan" quien es uno. Limitaste tu alma a ser jefe de la pandilla pero no velaste por el potencial que guardaba tu espíritu, el infinito de posibles dentro de los cuales estas tu, liderando con fortaleza, cambios que perduran y no lujos que ante el paso de los años se desgastan, caen y son por fin comida de cucarachas en la historia.
Te veo y no te reconozco y me da pena. Me da pena porque creo que entonces nos faltó algo por hacer, nos faltó quizás ser el faro que con insistencia alumbra para que los marineros no se pierdan en las tinieblas, nos faltó visión pues perderíamos a un gran hombre y nos quedaríamos con un niño mimado que solo sabe gritar si no obtiene el dulce que quiere y se refugia en el grupo victimizandose y externalizando su responsabilidad, nos falto ser más severos y hacerte comprender que en la vida todo tiene consecuencias, que aveces no son físicas, que hay ocasiones que dejan cicatrices más profundas y más negras, nos faltó estar más atentos, esmerarnos más, hacer mejor nuestra labor.
Me duele tener que verte partir, pero me duele más en lo que estas transformando pues me recuerda todo lo que no hice por que no ocurriera.
Espero que donde vayas te valoren, te respeten y te quieran por lo que sin duda un día llegarás a ser... un ciudadano orgulloso de construir con todos y todas el espacio que podamos compartir todos y todas, un hombre digno, un ser humano luminoso.

Hasta siempre.

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