Friday, March 27, 2009

La desconfianza...

me saluda todos los días.

Me contesta extraño, me hace preguntas torcidas, me desvelas por las noches y hasta me distrae en plena creación, en pleno mundo interno, en pleno orgasmo.

Es que no puede ser que un dia de estos simplemente sienta que no paso por exámenes o dejar de ser mirado como el examinador?

Sería demasiado pedir... además que de seguro alguien se beneficiaría de aquello... no ven?... nuevamente la desconfianza.

Sunday, March 22, 2009

Desgarro...

No solo en la pierna... desgarro bien adentro.... todavía no me acostumbro a que los problemas ajenos son una película que mirar sentado desde la comodidad de mi sofá.
Doblo por la calle principal para llegar al pasaje donde vivo y veo a dos tipos corriendo, de unos 17 o 18 años de edad. Más atrás con actitud de estar persiguiéndolos, un niño de unos 10 años. Poco tardé en armarme el puzzle. Los paso y estaciono en una esquina. Veo como uno de ellos se saca la camisa que tenia puesta y se la entrega al otro, corren por el pasaje. Pensé que el portón del otro lado estaría abierto, son tantas las cosas que pasan por la cabeza en ese momento, desde tirarles el auto encima hasta salir en su persecusión. Me hablan, yo no respondo, me rgitan en todo de advertencia y no hago caso, voy en busqueda del niño. A poco andar mo lo encuentro, viene con su hermana, les pregunto pocas cosas y concuerdan con mi historia, no tengo dudas y salgo corriendo tras los tipos. El auto se lo lleva Jenny. Ella llama al 133, la linea estaba copada, de eso me enteraría más tarde, cuando llegan 40 minutos después.
Unos lolitos al ver lo ocurrido me preguntan si me ayudan, les digo que si, me siguen y vemos a una cuadra de distancia al tipo mas corpulento. Mide como 5 centimetros más que yo y es mas voluminoso, debe ser por eso que no pudo saltar el porton. Se deshace en cuentos diversos, propio de las tácticas distractivas de los delincuentes y me cofronta en varias oportunidades ofreciendome golpes. Pura boca. No se de donde saco esta maldita tranquilidad. Esta oscuro, horario de invierno, y aun cuando los vecinos oyen el altercado no hay quien preste su ayuda. Yo solo no puedo con él y solo me queda moverme en la esperanza de llegar a algun domicilio donde supuestamente vive el dueño de la camisa... se que es una medida de dilación y ya estamos demasiado cerca del parque donde se juntan las patotas ...
La verdad es que no me voy a quedar a que me den de palos, no soy batman ni un watchmen... La hermana del afectado que me acompaña todo el camino solo estorba en mi intento de averiguar algo. Cuenta que él solo estaba jugando y pasa por alto que en la mano tiene la camisa del que acababa de robarle el celular a su hermano. ¿Cómo puede haber gente tan tonta?
A varios vecinos les pido que llamen a carabineros pero solo muestran sus rostros estupefactos y, paralizados por no se que fuerza, no logran articular respuesta alguna. Comienzan los chiflidos, aparecen unos tipos de entre las sombras del parque, me llega un manotazo en la cara de un envalentonado victimario y si bien solo logra ponerme de mal humor se que es tiempo de poner pies en polvorosa. Me voy corriendo del sitio mientras escucho los gritos del muchacho aludiendo a que ahora ya no era tan valiente... es difícil ser valiente cuando 10 tipos se vienen encima tuyo y no tienes idea de como enfrentarlos. Con la lengua afuera llego a mi casa, un rostro de preocupación me recibe y me tomo un té para combatir la baja de adrenalina...
Los carabineros me dan su sermón, de lo dificil que es, de que asi estan las cosas y blah....
Yo siento palpitar el muslo recien desgarrado... y siento el pecho de igual forma. Me piden que no vuelva a hacerlo, que como se me ocurre, que si acaso no me doy cuenta de la preocupación que causé...Me siento solo, solo como el niño aquel a quien le robaron su celular.

Santa Fe Lasik