Hace unas dos semanas mi gato, el que se habia quedado en casa de mis viejos, desapareció.
Estuvo muy enfermo, al parecer habia tenido alguna riña y habia quedado muy mal. Tenia una infección en un ojo que nos hizo pensar que lo perdería pero me encargue de darle antibioticos y luego de bajarle la hinchazón su ojo apareció en buen estado. No comía sin embargo y se debilitaba cada dia un poco más.
dormia todo el dia en mi pieza, no salia. Ensució varias veces el piso y mi ropa así que decidí dejarlo fuera, acomodandolo en algun rincón con unos cojines pero se nos perdió en los dias de lluvia.
No llegó en varios días y temimos que hubiese muerto por ahí, solito.
Un dia en la noche llegué con Jennifer a la casa, fuimos a comprar algo para comer y al volver, cruzando la plaza vi el cuerpo de un animal tirado en uno de los senderitos. Supe inmediatamente que era el cuerpo de Moi, Moishe, Moisés.
Estaba rígido y evidenciaba un golpe de proporciones en su cráneo. Me pareció brutal que alguien le hubiese dado con una roca solo por diversión, aún despues de muerto.
Lo tomé y lo llevé a casa.
Jennifer me preguntó si estaba seguro que era el, debido a que su rostro estaba muy deformado.
Yo llevaba su cuerpo. Cuantas veces lo cargué, lo acurruque en mis brazos, lo senti dormir encima de mis piernas, lo trasladé a un veterinario o jugué con él a las peleas de manos (donde por cierto me llevaba la peor parte)
Mi cuerpo no tenia duda alguna.
En medio de la noche tome una pala, prendi un incienso y le pedí a la tierra que tomara su cuerpo. Lo arrope de Madre y le dije adiós.