Vayan haciéndose la idea que me quedaré un buen rato.
Podrán llorar su desdicha luego, fuera del alcance de mi lengua. No vaya a ser que descubra una lágrima postrera en medio del desierto de su queja.
Pocas son las ocasiones de la alegría, la mayoría de las veces me tienen dando vuelta como un buitre tras la carroña y sus despojos. Vayan haciéndose la idea que me quedaré un buen rato. No pueden esconderse tras la sombra, la verdad es demasiado luminosa.
Si tan solo yo pudiera escapar del filtro, de ser filo, de ser quien corta, de ser quien ve sangrar sangrando por dentro.
Me quema el ego quemante, me duele la herida abierta de mi auto referencia , me rompe la hiel no beber de su mosto y dejarla a la suerte de la podredumbre y el hedor que le habita. Saberlo también me irrita, es un escozor que grita impunemente, sin freno ni norma alguna.
Aborrezco esto que tanto idolatro, cuando despierto en medio de su anestesiante influjo. Cuando despierto quiero volver a caer en la inconsciencia y no puedo, descubro entonces, ahí me descubro entonces frágil y desnudo a punto de saltar otra vez. Tendré que hacerme la idea entonces, que me quedaré un buen rato.