Movidito el Fin de Semana

Se viene dando en estos dias de mi existencia terrenal (el poh .. el etèrico) una constante que me agobia por instantes. Fines de semana muy viajados, sobretodo a los alrededores de Santiago o dentro de la misma ciudad pero en puntos diversos y distantes.
La ultima version de fin de semana movido fue en San Antonio, lugar donde pude compartir, junto con mis compañeros y compañeras de la compañia de teatro espontáneo, de la experiencia de c onocer la realidad de los trabajadores del sector pesquero, de la pesca artesanal o pequeña pesca. La emoción que me embargaba tuvo que ver con la admiración que me causó una labor arraigada hace miles de años en estas personas, viene de tan antaño y sin embargo diría que la motivación sigue siendo la misma , que la lucha en el mar no ha variado en su esencia, que este ser que se echa a la mar sigue siendo el mismo que hace tantos miles de años. Esto me causa sentir verdadero respeto y definitivamente me ha hecho sentir distinto el sabor del pescado.
Eso fue el Sabado por la mañana y la tarde y luego el chofer de el mini bus me dejó en Av. Matta con san Francisco, muy cerca donde se realizaba el ensayo de Trikawe, al cual llegué evidentemente atrasado, salí a las 11 de la noche de ahí y Victor me dejó cerca de casa, en Maipú. Hoy Domingo aproveche el día haciendo una visita al Zoo Metropolitano. Fuí con mi sobrino. Me relaja estar cerca de los animales, no obstante me da verdadera pena mirar los pequeños recintos donde viven. Alguna vez ellos compartían el mundo con nosotros...
No me voy a poner aquí a hacer discursos, pero ver a estos hermanitos me ha pusto a pensar en todo lo que hemos perdido y me ha devuelto a los pescadores y su lucha, la lucha cuerpo a cuerpo con el mar, la simpleza de eso, la belleza que reside en eso y lo que en términos materiales ha sido valorizado.
El mundo sigue girando.