Terminar...

No puedo negar que la amé y que la amo. ¿cómo no amarla?
Es de esas personas que uno se enorgullece de haber conocido, de esos seres humanos de los cuales pocos quedan.
No basta el deseo hacia sus bellas formas ni la admiración hacia su abnegada labor. Aveces simplemente no cuadran las características personales. No fue un error haber estado con ella estos años. Fue una bendición. Así lo siento.
Hoy me levantaré a vivir otro período de este eterno presente.
Hoy soy feliz por haberla conocido. Hoy me entrego a todo lo que la vida me entrega de aquí en adelante.
En algún momento, solo, podré llorarla como se merece, como un ser humano que pierde un tesoro invaluable y luego podré sonreir al encontrar el tesoro que dejó dentro de mi.