De juergas y malos ratos.

La noche empieza temprano. Primera parada: casa de Kathy, una de las personas que conocí en un chat, en una sala chilena. Celebrábamos a un chico de Calama que vino de visita. La fiesta fue un fracaso, me fui a la hora y media de haber llegado. La falta de concurrencia dejó pocas opciones, no era mi idea tocar el violín hasta las tantas y preferí ir a visitar a otro amigo, cerca de donde estábamos. Bienvenida a otro personaje de la farándula goetiana. Gente del foro Goetia y personas vinculadas a las artes marciales se juntaron para beber alcohol echándole la culpa a que Francisco Uribe, alias FU, había llegado a estas tierras, no obstante Fu no llegó nunca al carrete y solo estuve ahí un par de horas riéndonos de cosas que solo se pueden comprender dentro del "ambiente", ñoños....
De ahí me fui hasta el bar donde Alfredo, mas conocido como Ako, celebraba otra vuelta más alrededor del sol. El ambiente estaba bueno, amigos comunes se hallaban presentes y hasta bailamos en el sótano del lugar. Encontre por tanto donde pasar el resto de la noche. La cerveza baño abundantemente mis tripas y ya avanzada la madrugada sentía que todo era más confuso. Entre la gente invitada estaba una chica que años que no la veía, y si antes no la trataba, ahora fué un encontronazo de esos que se atraviesan y no pareciera haber vuelta. De partida fué áspera la conversación pero la última charla fue de verdad de antología. Comenzamos a hablar cuando ya todos estaban ebrios, por que quedamos sentados juntos despues del último bailoteo. Hablaba y yo escuchaba y a pito de haber metido en la conversa a KPi, otro personaje de la fauna cumpleañera, me dijo que no sabia como sacarselo de encima, que era una lata, que la joteaba, que esto y que aquello. Lo encontré tan desagradable, siendo que el susodicho se hallaba a menos de tres metros de distancia, que me volteé hacia él, el me miró, yo vuelvo a mirar a mi interlocutora y le digo claramente y en un volumen que fuese oido por el mentado, que se lo dijera directamente, que estaba chata, que la dejara de acosar, y blah...
Reacciones en cadena hubo para regodiarse, desde los discursos pseudo analíticos de psicóloga mal parida profesionalmente, hasta acusaciones de haberme robado la cámara del cumpleañero que solo habia olvidado que su cámara la habia guardado el mismo en su chaqueta.
Habiendose aguado la fiesta nos dispusimos a irnos, todos los que quedabamos ahí, pero la escandalosa "chiquilla" (por lo infantil no por el rango etáreo) siguió con las acusaciones de robo, no se había enterado de que Alfredo ya la habia hallado, y me dio la wea... La tomé de los hombros y le dí un buen zamarreo mientras la miraba y le pedía que dejara de weviar a la pendeja de mierda. Jamás había hecho tal cosa y no me siento orgulloso de haberlo hecho empero no creo estar arrepentido. la reacción fue un discurso acerca de la emancipacion de la mujer, que ahora teniamos una presidenta, que ya no estabamos en la prehistoria y una basura cliché que me dejó pasmado. opté entonces por no oir más sus absurdos y caminé en busca de un café junto a los sobrevivientes de una noche que tuvo de todo y que me dejó con un gusto agridulce, como el sabor que la vida tiene de vez en cuando y de cuando en vez.