Sophia

La encontré a las puertas de un nuevo edificio en construcción.
Me vió e inmediatamente nos amamos, me estaba esperando ¿o quizás yo la esperaba a ella?
La tome en mis brazos, y desde Santa Isabel con Carmen me fui al supermercado que tengo cerca de mi morada.
Compre comida especial para cachorros. No tenia mucho efectivo así que no fue posible comprarle su caja de arena y la arena correspondiente. Nada mejor para un tipo irresponsable como yo el tener una responsabilidad tan grande como la vida de otro ser.

Nos costó unos minutos acostumbrarnos, yo a ella llenando el vacío de mi departamento y ella a tener hogar definido.
Se acostó en mi cama y nadie la sacó de ahi. Hoy dormiré en la silla del computador al parecer.
Varios intentos por llamarla de alguna manera que tuviese sentido dieron forma al actual nombre que posee. Sophia.
Le gustó.
Maulló de gusto y de puro agradecida no me meo ni me cagó el piso y se fue a la jardinera de la terraza a hacer sus cositas.
Ahora duerme... asi que voy a hacer silencio.... mi bebé esta soñando con ratones de almíbar.