El Cuerpo

La verdad de el cuerpo puesto en juego me resulta cada vez más potente, más necesaria, más luminosa.

Hoy en clases de expresión corporal, con un formato de teatro espontáneo llamado "Teatro Foro" se abrieron canales de comunicación , ventanas donde se aireó un alma podrida de llorar.
Poner el cuerpo y cambiar la historia, jugando, tiene una fuerza tremenda. La liberación de poder gritarle, no al ser humano específico, singular, si no a lo que simboliza, lo que carga, lo que significa, es una experiencia que se la doy a todos.
Nosotros solo la vimos sumergirse en las lágrimas cuando la escena de acoso sexual se reveló. Luego desde su silla, aún tímida, alentaba a las compañeras a empoderarse desde los derechos naturales del ser humano. Fue hermoso verla contarnos entre lágrimas su historia, la historia que estaba escondida , oculta, disfrazada. Reveló que hace tanto tiempo que lloraba sola sin contarlo. Lloró nuevamente al recordarlo todo y mientras lo verbalizaba las miradas de todos la acogieron , sin lástima, si no con fuerza.
Me emocioné, casi lloré. Mi rol de docente me imponía la distancia y la cercanía.
Agradezco poder hacer sido testigo de su sonrisa al final, cuando con ojos llenos de nueva fuerza se entregaba a una nueva manera de enfrentarse , de confrontar la tiranía del poder corrupto y ajeno a nuestra realidad de seres humanos, bellos, luminosos, llenos de vida.
Poner el cuerpo, hacerse partícipe, jugar, atreverse a jugar. En serio.