No supe como..
pero se fué y no quiso aferrarse tanto. Hizo un leve gesto de despedida, sonrió y me miró con ojos de mil recuerdos y andanzas.
Mejor dicho yo me fuí y lo dejé tendido para que contara a otros lo que habiamos vivido juntos.
Tantos años...
La razón no está clara, de seguro era tiempo de asumir que habiamos cambiado. Habia que darle el corte definitivo a esto.
(Las manos de esa mujer se movieron tan suavemente. Es realmente diestra y me hizo sentir seguro. Yo hago música - le dije- confío en que cada cual sabe hacer lo que dice hacer.)
Me miré al espejo después de nuestra despedida y no quise mirar el suelo. Solo salí de la peluquería.
Algo extraño pasaba. Pero me gustaba.
Mejor dicho yo me fuí y lo dejé tendido para que contara a otros lo que habiamos vivido juntos.
Tantos años...
La razón no está clara, de seguro era tiempo de asumir que habiamos cambiado. Habia que darle el corte definitivo a esto.
(Las manos de esa mujer se movieron tan suavemente. Es realmente diestra y me hizo sentir seguro. Yo hago música - le dije- confío en que cada cual sabe hacer lo que dice hacer.)
Me miré al espejo después de nuestra despedida y no quise mirar el suelo. Solo salí de la peluquería.
Algo extraño pasaba. Pero me gustaba.
2 Comments:
Vine a conocerte con más detenimiento, buscando el silencio que me aconsejas, me pareció genial aquel encuentro, me recordó a las historias en cien palabras que convoca el metro de Santiago. Un abrazo
ja-ja-ja... quiero ver ese amputamiento de cabello.
saludos.
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